Superman y el Hombre Araña usan sus súper poderes para ayudar a personas indefensas cuando es necesario. Y, aunque no lo creas, tú también dispones de medios para protegerte de uno de las grandes amenazas en tu vida. No se trata de un asteroide, una fuerza invisible ni de un ser diabólico, sino de algo que obstruye tus arterias y te confunde el cerebro: la grasa. ¿Cuál es tu defensa contra eso? Tu nariz.
Nuevos estudios han demostrado que puedes oler el contenido de grasa en los alimentos, independientemente de si tienes un peso normal o sobrepeso, eres hombre o mujer, joven o viejo. Tu sentido del olfato puede ser una herramienta más para ayudarte a evitar comidas dañinas y aumentar de peso. ¿Cómo puedes agudizar tu olfato?
Trata de hacer una prueba olfatoria en casa. Huele la diferencia entre una cucharada de mantequilla, una cucharada de aceite de canola y un puñado de papas fritas. ¿Has notado el olor fuerte de la mantequilla y las papas fritas? ¿Te diste cuenta de que el olor del aceite de canola es más ligero?
Los aromas sanos y el buen gusto también están llenos de olores, tanto fuertes como sutiles. Compruébalos. El cilantro, la col, las cebollas, el brócoli, los pimientos verdes y los champiñones también tienen olores agradables y diferentes.
Ahora traslada lo aprendido a tu mundo diario. Presta atención a los diferentes olores de las comidas. Aprende a diferenciar los aromas sanos de los perjudiciales.
Sabrás que has perfeccionado tu poder olfativo cuando el olor del tocino frito te evoque imágenes de impotencia o arrugas en la piel, que son algunos de los efectos de comer tocineta y tocino.
Lava bien frutas y verduras
La diosa de la mitología griega Afrodita se sintió abrumada cuando se enteró de que Adonis, el dios de la belleza, había fallecido. Cuanta la leyenda que las lágrimas de Afrodita se tornaron rojas y al caer a la tierra nacieron las fresas, una fruta que te aporta unos fitonutrientes llamados antocianinas que pueden ayudarte a no tener problemas cardíacos. Comer fresas tres veces a la semana contribuye a prevenir infartos.
No obstante, debes ingerir estas frutas de tal manera que no experimentes diarreas, cólicos o un malestar peor. Las bayas en general, así como las verduras, los tomates, las papas y los vegetales son productos frescos que pueden provocar enfermedades. Eso se debe a que pueden infestarse con microorganismos, como la salmonela, el norovirus, la bacteria E. coli, etc., cuando entran en contacto con agua contaminada o no son manipulados y empacados de la forma más higiénica. Pero las frutas y los vegetales también pueden infestarse con estos agentes infecciosos en tu casa si no los guardas o cocinas de la forma adecuada, o si entran en contacto con carne o mariscos crudos. Por lo tanto, debes lavarte las manos durante 20 segundos antes y después de haber tocado estos productos.
Corta cualquier porción descolorida u hojas marchitas, y no comas retoños a menos que estén cocinados.
Lava todos esos productos con agua corriente, nunca con jabón ni desinfectante, incluso si vas a pelarlos y cocinarlos. Luego sécalos para eliminar cualquier resto de contaminantes.
Cepilla a los que tienen corteza dura como los melones, las papas o los pepinos. Después sécalos bien y guárdalos en el refrigerador a 40 grados Fahrenheit.
Si cocinas algunos productos a 160 grados por unos cuantos segundos, eso mata los parásitos, los virus y la mayor parte de las bacterias. Ten mucho cuidado cuando vayas a cocinar papas envueltas en papel de aluminio, ya que produce un efecto invernadero para microorganismos.
El doctor Mehmet Oz es anfitrión del programa The Dr. Oz Show y el doctor Mike Roizen es jefe de bienestar y presidente del Instituto de Bienestar de la Clínica Cleveland.
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