Esta temporada en la que los niños regresan a la escuela, también invita a que adultos que dejaron su estudios a medias o tienen sueños de mejorar su panorama profesional piensen en cómo podrían avanzar su propia educación.
Claudia Labor contó que en su natal Colombia era abogada, pero al mudarse a Texas hace 14 años se encontró con la barrera del idioma y con que debía revalidar su carrera para poder practicar en el estado.
"Quiero superarme", señaló la colombiana de 53 años, quien junto a decenas de otras latinas acudieron a un foro educativo organizado por el Instituto de la Mujer y el Consulado de México en Dallas. "Quiero aprender inglés para desenvolverme mejor".
Al igual que ella, Alicia Jiménez quiere manejarse mejor en la lengua de Estados Unidos. A sus 73 años, la oriunda de San Luis Potosí asegura que le "gusta mucho aprender".
Escuelas públicas, bibliotecas y colegios comunitarios del Norte de Texas ofrecen alternativas gratuitas o costos subsidiados para que adultos continúen con su formación, tanto para quienes quieren aprender a leer y escribir en español como quienes desean desarrollar una carrera técnica desenvolverse en inglés o culminar la escuela.
Las plazas comunitarias auspiciadas por el Instituto Nacional para la Educación de Adultos (INEA) de México proporcionan cursos gratuitos para aprender a leer y escribir en español, primaria y secundaria. Las clases están abiertas a todos los hispanoparlantes y suelen realizarse en bibliotecas públicas del Norte de Texas, con apoyo de voluntarios y organizaciones comunitarias.
En el Norte de Texas hay 12 centros de este tipo activos, señaló Úrsula Rojas, cónsul de comunidades. Todos menos uno ofrecen clases para aprender a leer y escribir.
Las fechas de inscripción varían dependiendo de la plaza, por lo que se recomienda llamar para prepararse para la próxima ronda de inscripciones.
En la Biblioteca Pública de Richardson, por ejemplo, se abrirán las inscripciones en octubre. Las clases de alfabetización se realizan una vez a la semana y duran tres horas, pero se pide que el estudiante complete ejercicios en su hogar.
"La persona que está en cero puede que tome tres o cuatro años en la alfabetización", dijo Yolanda Medina, coordinadora de esa plaza.
Además de cursos de primaria y secundaria, una minoría de plazas tiene programas de preparatoria. El certificado de la INEA que emiten es un documento oficial mexicano que puede hacerse válido si el estudiante se transfiere a Estados Unidos y es aceptado en otros países.
"México ha creado acuerdos con países centroamericanos, de forma que los certificados de INEA de primaria y secundaria son válidos en Guatemala, El Salvador, y Nicaragua entre otros", dijo Rojas.
El tiempo que toma terminar primaria y secundaria depende del estudiante y sus conocimientos previos, pero Medina indicó que la primaria suele ser finalizada en de 3 a 6 años y la secundaria en un promedio de dos años.
Cuando se trata de la preparatoria además de las plazas, los mexicanos tienen tres alternativas: el bachillerato en línea del colegio de bachilleres de Ciudad de México, certificar los estudios obtenidos de manera autodidacta o por experiencia profesional (Acuerdo 286) o mediante un concurso de ingreso al nivel medio superior de educación, señaló la cónsul de comunidades durante el foro.
